Por Javier García Blanco | Arte secreto

A mediados de noviembre de 1553, los obreros que se afanaban en levantar una fortificación en las proximidades de la puerta de San Laurentino, en Arezzo (Italia), hicieron un hallazgo inesperado y sorprendente. Tras levantar una capa de terreno, entre la tierra apareció la atemorizante escultura de un león de bronce rugiendo amenazador.