Por Paul Collier y Acha Leke
Nigeria tiene últimamente demasiada mala prensa, en gran medida debido al rapto por el grupo islamista Boko Haram de más de doscientas estudiantes en abril, como parte de una brutal campaña de secuestros, atentados y asesinatos. Pero, si bien estas cuestiones ciertamente ameritan la preocupación internacional, no se debe permitir que oscurezcan los recientes logros de Nigeria, ni que animen al resto del mundo a darle la espalda al país.