Cuando Anton van Dyck pintó esta especie de ficha policial de Carlos I, no pretendía hacer un retrato para decorar las paredes del palacio. Su objetivo era pintar un modelo que le sirviese a Bernini para esculpir un busto en mármol del monarca.
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©Andrés Cifuentes
¡Gracias por leerme!
la vida y la muerte de Carlos I está cargada de misterios, no sé si habrás leído Velázquez Desaparecido de la escritora inglesa Laura Cumming, yo hablaba sobre ella en una entrada del mes de marzo de este año, el viaje https://elcoronelnotienequienlelea.wordpress.com/2017/03/04/el-viaje/
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Así es:
Narran en sus cartas los embajadores ingleses en los Países Bajos de la época.« Que se pasaba largas horas sumido en cavilaciones y llorando como un niño. Nadie se atrevía a prodigarle consuelo ni tenía autoridad para disipar sus tristes ideas tan perjudiciales para su salud».
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