Entre 1665 y principios de 1666, la ciudad de Londres se enfrentó a la peor epidemia de peste bubónica de su historia. La capital de Inglaterra quedaría profundamente marcada por la tragedia. Se calcula que alrededor de una cuarta parte de sus habitantes perdió la vida, unas 100.000 personas
Antecedentes
En verano de 1348, llegó a las costas de Inglaterra el temido brote de peste negra procedente de Asia central que había asolado a Europa, Asia y el norte de África. Se calcula que pereció entre el 30 y el 60% de la población europea siendo hasta la fecha la pandemia más devastadora de la Historia. Inglaterra no se salvó de sufrir sus consecuencias, a pesar de su condición de isla.