Además de Lucio Aurelio Cómodo, el más obsesionado en estos espectáculos, también hubo otros como Calígula, Tito o Adriano.

A diferencia de lo que se suele pensar, los espectáculos de gladiadores no eran únicamente eventos donde participaran los esclavos. El honor y la gloria estaban en juego, justamente lo que un emperador romano ansiaba. Lucio Aurelio Cómodo, máximo dirigente del Imperio romano entre los años 180 y 192 d.C., bajó a la arena en numerosas ocasiones para combatir, igualándose con el resto de los hombres sobre los que reinaba. Leer el texto completo →
Muy interesante.
Pero si alguno mataba al emperador le esperaba peor suerte.
Pobres los contrincantes.
Me gustaLe gusta a 1 persona